miércoles, 7 de agosto de 2013

Cerrando la Semana Mundial de Lactancia Materna 2013

Pensaba no escribir más por esta Semana, pero no puedo dejar de compartirles este testimonio. La mamá que lo escribe me ha dado permiso para publicarlo, y creo que no hay mejor broche de oro que éste. Disfrútenlo.

La Teta y el UCI.

Esta semana es la Semana Mundial de Lactancia Materna. El lema es : "Apoyo a las madres que amamantan: Cercano, Continuo y Oportuno".

Teo y yo compartimos una lactancia preciosa todos los días. Pero no fue siempre así de sencillo...

Teo llegó a nosotros a las 31 semanas de gestación, tras un embarazo de 4 meses de reposo, internaciones, miedos y mucha terquedad :) En medio de una bruma de 4 días de internación en Montevideo, llegó Teo. Y fue la cosa más hermosa que he visto en mi vida. Le besé y se lo llevaron. Detrás de él fue su papá y atrás quedé yo, rodeada de muchos extraños, en un parto didáctico, con episiotomía, con retención de placenta, demerol, raquídea, block y mucho deseo de estar lista lo más rápido posible para ver a mi bebé nuevamente.

Eso no fue tan rápido como yo quisiese, y como muchas mamis, lamentablemente, pude verlo muchas horas después, detrás de su incubadora en CTI.

Al entrar a un UCI o CTI, a una no se le ocurren muchas cosas, es como entrar al desconocimiento profundo, se entiende poco y no se sabe nada... Nada me hubiese preparado para esto. Entras así, a la tierra de los enfermeros y los doctores, donde tu bebé es de todos, menos tuyo. Todos han presenciado su primer cambio de pañal, sus primeros minutos y horas, y le han alimentado, y allí empiezas  a preguntar y a aprender, cuánto pesó, cuánto midió, si le intubaron, si está estable. Porque en las 8 horas después del parto no llegó un sólo enfermero a darme noticias suyas, ni siquiera mi ginecóloga. Y ahí mirando a la mamá de la cama vecina con su beba en brazos, la espera se hizo eterna y la verdad, clarísima, mi bebé y yo teníamos toneladas de paredes de cemento y vigas separándonos. Y esto lo recordé en cada control, cuándo todas y cada una de las enferemeras me preguntaron "¿Y su bebé mamá?".. Y qué iba a responder? ...

Al entrar al UCI y ver al bebé más chiquitito que jamás haya cruzado tus ojos, apenas atinas a pedir PERMISO para tocarlo, en ese momento uparlo, besarlo, o darle la teta, es equivalente a una aventura transatlántica y a la amabilidad que puedes esbozar en tu cara para simpatizar y demostrar "aptitud" ante aquel ejército de "expertos en tu bebé"...

24 horas postparto, fuimos al CTI y Teo no estaba, estaba hace horas en UCI. Así con lágrimas de felicidad y bronca en los ojos me avalancé hacia la puerta del UCI y entré. Tuve que ir leyendo y entendiendo cómo hacerme la higiene, mientras un ejército de enfermeras me miraban de reojo, pregunté por Teo, me dijeron que en un rato su enfermera me iba a ayudar. Entre lo que parecían miles de cajitas de cristal, con los bebés más hermosos que he visto jamás, verdaderos luchadores, milagros de la vida, en camita 4 encontré a mi bebé. Y ese encuentro fue lo más hermoso que me había pasado desde las 11:39 de la mañana anterior..

Lo toqué, conseguí una silla porque no me podía sostener en pie y la silla de ruedas había quedado en el pasillo. Cuando la enfermera me dijo, "Tiene un rebozo, madre?". Me teletransporté al pasillo, llorando, y mi mamá que me esperaba me trajo su rebozo...3 minutos, y 2 pisos después.

No sé cómo lo pude upar, ni cómo mi bebé de 31 semanas se prendió a la teta y mamó... y siguío mamando... Eramos mi bebé , el UCI, mi preparación y yo. Como mamá y bebé prematuros tuvimos que luchar con las indicaciones de complemento, de mema antes y después del pecho, incluso de alimentación por sonda a discreción del enfermero turnante, las balanzas, la separación, los horarios para la teta, y para upar y mimar, la "poca leche" por el estrés, por el cansancio y por el "ojo del observador". También con el miedo propio y con la estrategia constate para negociar y agradar a sus enfermeros.

Al  UCI no entran promotoras de lactancia, ni doulas, ni madres o abuelas sabias, no hay almohadones para un mejor agarre, ni intimidad, al menos no en el UCI de Teo.

Así y todo, me ordeñaba, delante de las visitas de la compañera de cuarto, mientras me miraba su acompañante, o su hermoso bebé rosagante, o en el UCI al ritmo de los saturadores y demás, todo para evitar el complemento que Teo no toleraba. Y luego demostrarle a cada turno que no sólo succionaba, sino que además tragaba...

Así y todo, en dimensiones desconocidas, en parentesis temporales que no me podía explicar, se acercaron a mi 2 o 3 enfermeras que me apoyaron, no me desinformaron, ni aconsejaron, me escucharon, validaron mis ganas de amamantar y las ganas de Teo de mamar. Me recordaron que yo era su mamá, que eramos sus padres, que el instinto era nuestra mejor herramienta y nuestro regalo divino por ser padres. Así y todo, su neonatóloga y su pediatra ya en casa, protegieron su lactancia, apoyaron y respetaron. Así y todo, mis compañeras doulas, mis amigas mamás, mi familia supieron acompañar y muchas veces apoyar para superar las crisis y los miedos. Así y todo, vamos 6 meses de lactancia exclusiva, y 6 kilos ganados, todos después de tirar las memas por la ventana, y de internarnos en la comodidad del hogar y la demanda, rodeados de mimos, leche, almohadones, de fular y piel.

La prematurez de un hijo, es algo muy difícil de afrontar, incluso cuando no hay complicaciones, ni operaciones, ni medicación. El nacimiento de un hijo (prematuro o no), es por otro lado, lo más hermoso que pueda suceder. Y doy gracias todos los días por el milagro que es Teo y el misterio de su nacimiento.. 2 kilos a las 31 semanas de embarazo, 34 semanas de edad gestacional calculada al nacer, estable a las 24 horas, de alta de UCI a los 6 días y a los 11 en casa.

La lactancia materna de un bebé y mamá prematuros puede ser muy difícil , pero es posible. Quizás no siempre sea a pecho directo, quizás no nos toque el contacto piel a piel, ni el pecho a demanda, ni se prenda en la primer hora, ni el primer día, ni el primer mes. Pero es tan válida como cualquier otra y merece también apoyo, respeto, compañía e información.

Y eso es lo que le deseo a todas las mamis y a sus bomboncitos, fuertes y hermosos en esta semana. La primera para mi y Teo, y claro, para tantos otros.

Feliz Semana Mundial de Lactancia Materna!!!
Y que este abrazo llegue a los lugares más recónditos de todos los
CTI, UCI y Nurseries de nuestro país y más allá.




Camila Chiribao

-Mamá, Mujer y Doula-

No hay comentarios:

Publicar un comentario